RG-13 El Gozo
Descarga y escucha en cualquier lugar
Descarga tus episodios favoritos y disfrútalos, ¡dondequiera que estés! Regístrate o inicia sesión ahora para acceder a la escucha sin conexión.
Descripción
EL GOZO La segunda característica del fruto del Espíritu es el gozo. Una vez más, como hablamos sobre el amor, es importante definir el gozo correctamente. El gozo no es...
mostra másLa segunda característica del fruto del Espíritu es el gozo. Una vez más, como hablamos sobre el amor, es importante definir el gozo correctamente. El gozo no es vivir a risas o carcajadas, ir de fiesta en fiesta, tomarse la vida a la ligera o ignorar cualquier responsabilidad.
Podriamos decir que el gozo es un sentimiento de bienestar que en realidad no tiene por qué depender de las circunstancias.
Hebreos 12:2 dice que Jesús, por el gozo puesto delante de Él pudo soportar el sufrimiento de la cruz. ¿Qué peor circunstancia que ser clavado en una cruz por el pecado de otro? ¿En qué consistía ese gozo? Cristo había venido al mundo con el propósito principal de proveer la salvación para la humanidad, y ahí en la cruz, su objetivo estaba siendo cumplido. Consumado es, exclamó, y el mayor gozo, el gozo de la salvación, se hizo posible para cada persona que confiara en el sacrificio de la cruz. Isaías 53 ya lo había proclamado cuando hablaba del Mesías diciendo: ”Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades.” La aflicción de Su alma trajo el fruto de la salvación. Su gozo se había cumplido.
Dios desea que nuestro gozo se cumpla en Él también. Filipenses 4:4 nos manda “Gozaos en el Señor.” Y en Juan 15:11 dice: “Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.” ¿Qué cosas les había hablado? Les había dicho que Jesús moriría, que resucitaría y que iría al Padre, pero vendría a ellos el Espíritu Santo. Jesús advierte a sus discípulos que para experimentar el gozo completo del que él hablaba, debían permanecer en su amor, porque separados de Él, no podrían llevar fruto.
El gozo en los días buenos no tiene mérito; es natural, espontáneo. Mas el gozo que es fruto del Espíritu es el que nos permite ver más allá de las circunstancias que por sí solas no producen alegría o satisfacción. Es un gozo anclado en la Roca que es Cristo.
David canta el Salmo 28:7 en medio de la aflicción y exalta a su Roca por fe de que su ayuda vendrá, y lo expresa como si ya hubiera ocurrido porque Dios es siempre fiel para atender a nuestras súplicas: “Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.”
“Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.” El Salmo 95, así como Colosenses 3:16 y 17 nos exhorta a recitar y cantar la Palabra de Dios, dando gracias a Dios en nuestros corazones.
La gratitud es una parte esencial del gozo del cristiano. Podemos estar agradecidos porque a pesar de la tristeza momentánea que podamos experimentar, nos asegura Juan 16 que “Nuestra tristeza se convertirá en gozo”. En Santiago 1:2 leemos “Tened por sumo gozo cuando os hayáis en diversas pruebas”. Esto lo podemos hacer porque confiamos en que el fruto de la aflicción es bueno, agradable y perfecto, si andamos en la voluntad de Dios. Dios es el que convierte nuestro lamento en baile, dice Salmo 31, y cambia nuestra tristeza por un gozo que el mundo nunca podría dar.
¿Has experimentado este gozo del que habla la Biblia? Te invito a buscarlo en Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Porque fuera de Él no hay gozo, mas como leemos en el Salmo 16, “en su presencia hay plenitud de gozo”. ¡Gozaos en el Señor siempre! Otra vez os digo; ¡Regocijaos!
Información
Autor | David y Maribel |
Organización | David y Maribel |
Página web | - |
Etiquetas |
Copyright 2024 - Spreaker Inc. an iHeartMedia Company
Comentarios