Timoteo-137 Cartas a Timoteo
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Descripción
Cartas a Timoteo ¿Conoces a Timoteo? Es un personaje del que no sabemos nada negativo. Cuando leemos sobre Timoteo en el libro de Hechos, lo encontramos acompañando y ayudando al...
mostra más¿Conoces a Timoteo? Es un personaje del que no sabemos nada negativo. Cuando leemos sobre Timoteo en el libro de Hechos, lo encontramos acompañando y ayudando al apóstol Pablo en sus diferentes viajes para compartir el evangelio y establecer comunidades de nuevos cristianos.
Timoteo era el hijo de una mujer judía cristiana y un hombre griego. De su padre no sabemos mucho; es probable que ni siquiera hubiera creído el evangelio de Jesucristo. Pero esto no frenó a Timoteo, porque el efecto del evangelio no depende de nuestros familiares, sino de una decisión individual. Timoteo contaba con una madre y una abuela piadosas. La importancia de la enseñanza y el apoyo de una madre es incalculable. También lo es la de una abuela dedicada, o sinceramente, de cualquier persona que esté dispuesta a ser una influencia piadosa en la vida de una persona. Prueba de esto es Timoteo.
El Espíritu Santo inspiró a Pablo a escribir dos cartas a Timoteo, y Dios las ha preservado para cada uno de nosotros. El mensaje de las cartas es de bendición a cada creyente, y en particular a cada uno que está comprometido a servir en la iglesia de Cristo, cada uno en su congregación.
Dos temas se repiten en la primera epístola: la apostasía, y la organización de la congregación de creyentes.
En los capítulos 1 y 4, Pablo advierte a Timoteo de los falsos profetas y la falsa doctrina que amenazaba al cuerpo de Cristo, y de la importancia de que los cristianos mantengamos firme nuestra fe, basados en la verdad absoluta que es Dios y Su Palabra. Estas fábulas, como las llama Pablo, causaban división; y en su palabras, “acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe.”
La meta de cualquier congregación de cristianos debe ser la mutua edificación, por lo que debemos estar atentos y evitar las enseñanzas y prácticas que causan disputas en lugar de motivar al amor y las buenas obras.
En los capítulos dos y tres Pablo enseña los principios para una iglesia fuerte que resista las falsas enseñanzas que se puedan filtrar en la congregación. Habla de la oración en el capítulo 2 y del carácter de los líderes de las congregaciones, dando gran importancia a la integridad moral. Asimismo, en los capítulos 5 y 6 extiende estos requisitos a cada creyente, ya que esta integridad de carácter y de forma de vida no es solo necesaria para los líderes, sino para cada persona que confiesa creer en Cristo.
Como podemos ver en la segunda parte de los capítulos 3 y 6, la batalla de la fe en la que cada uno militamos se gana confiando en el poder del Espíritu Santo, permaneciendo asidos de la Cabeza, que es Cristo.
En la segunda carta a Timoteo, Pablo expone su última voluntad, ya que en el momento de escribirle, el apóstol se encontraba prisionero, y no parecía que pudiera salir de esa situación con vida. En cada uno de los capítulos lo encontramos exhortándo a Timoteo a que se mantenga firme en la fe, a vivir como fiel soldado de Cristo, y a pastorear a los cristianos con amorosa dedicación, protegiéndolos de las enseñanzas y prácticas falsas.
Estas cartas que tienen un toque personal de un maestro a su discípulo y amigo nos sirven a nosotros también de ánimo y enseñanza. Al igual que Timoteo, sea cual sea nuestro papel en la congregación, recibamos la Palabra de Dios, viva y eficaz, y vivamos para glorificar a Dios y edificar a otros en la fe.
Información
Autor | David y Maribel |
Organización | David y Maribel |
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